lunes, 10 de septiembre de 2007

este sabado

aqui, el terceto de la suerte

muy bueno, a partir de las 21 horas la rompemos, la arreglamos y la volvemos a romper

y ya que estamos un poema de raul gonzalez tuñon:

El negro contento

Era un negro muy negro y flaco muy flaco,
sus piernas largas terminaban en pies anchos como
la hoja de una planta del país.
No tenía nada.
No tenía novia.
No tenía madre.
Ni madrina.
Ni goma de mascar.
No tenía nada.
Entonces, ¿qué tenía? ¿Por qué reía, por qué cantaba?
¡Negro contento!
¡Qué negro contento! ¡Cómo tocaba con sus dedos finos, largos, veloces y
negros ese negro contento!
¿Qué tocaba?
¿Un tambor?, no; ¿una guitarra?, no; ¿un banjo?, no.
No, no, no.
Bailaban sus dedos vertiginosamente en un pequeño cajón de lustrabotas. ¡Qué negro aquel!
Daba gusto oírlo, la tonada era alegre, movía los hombros, movía la cabeza, movía los ojos, movía los pies.
No tenía nada.
Estaba contento.
¡Qué negro contento!

El banco en la plaza – Losada – 1977

No hay comentarios: